LA HISTORIA ÚNICA, CONTADA POR EL PROPIETARIO
Ponte el uniforme del ejército, porque en la casa de vacaciones Bunker Richelle, ¡la Segunda Guerra Mundial cobra vida! Te alojarás en un búnker de verdad y dormirás en las camas que usaron los soldados de verdad. Escondido tras los muros de 1,30 m de grosor, mirarás a través de los agujeros donde disparaban los cañones y buscarás enemigos en el horizonte.
El búnker ha sido restaurado con mucho cuidado. Las ropas antiguas, las armas e incluso un dispositivo de código Morse te muestran cómo eran las cosas aquí por aquel entonces. Sin embargo, no te va a faltar la comodidad. Las escaleras te llevan a un mundo completamente diferente: un mundo de lujo, bienestar y belleza.
La flamante planta superior ofrece un salón de última generación, una cocina totalmente equipada, un fabuloso dormitorio principal y un elegante baño con ducha a ras de suelo. ¿Un gran contraste? Sí, pero un contraste que te hará apreciar aún más esta casa de vacaciones única.
Además, hay muchas cosas que hacer en la zona. Desde el pueblo de Richelle, puedes dar hermosos paseos a pie o en bicicleta por esta zona verde y boscosa. Estás en el corazón de las Ardenas. Y todo ello a tiro de piedra de la frontera holandesa. Ideal para quienes planean un viaje a Maastricht.
También puedes llegar fácilmente a la activa ciudad de Lieja, donde podrás conocer la rica historia de la región y el búnker. Durante la Segunda Guerra Mundial, formaba parte del cinturón de fuertes alrededor de Lieja, compuesto por una docena de otros bastiones militares, entre ellos el famoso Fuerte Eben-Emael. Este último es ahora accesible, al igual que el museo que lo acompaña.
DESCRIPCIÓN
- Este edificio formaba parte de la "Tête du pont d'Argenteau" de la época: un cinturón de 12 búnkeres y fuertes alrededor de Lieja. En la actualidad se utiliza como casa de vacaciones para aquellos que tienen un gran interés en este periodo tan agitado.
- El bello entorno natural es ideal para excursionistas, ciclistas y jinetes. Los interesados pueden aprender más sobre la Segunda Guerra Mundial en Fort Eben-Emael y Battice.
- También merece la pena visitar Richelle, Dalhem y Blegny o Clermont, situados un poco más allá de Aubel.
- Duermes en las mismas camas que los soldados del pasado y el auténtico interior te transporta a los años 40. La ropa de época, las armas e incluso un dispositivo de código morse te indican cómo eran las cosas aquí.
- En la planta superior hay una cocina bien equipada, un salón de vanguardia, un elegante baño y un cómodo dormitorio