Con dos pistas a cada lado del chalet, es el lugar perfecto para empezar a esquiar nada más empezar la mañana. El centro del pueblo está a sólo 10 minutos a pie y ofrece un ambiente animado con numerosos bares, restaurantes y tiendas, así como una pista de patinaje sobre hielo y una piscina. Si no quieres llegar andando hasta el pueblo, puedes realizar la ruta aérea en telecabina que te llevará a distintos puntos del dominio esquiable.
El interior del chalet está diseñado con mucho cariño, con paredes de piedra y madera en consonancia con la arquitectura alpina clásica, así como techos altos abovedados. Distribuido en 4 plantas, el chalet tiene 7 dormitorios, cada uno con baño privado y acceso directo a un balcón. La cocina se encuentra junto a la sala de estar y el comedor de planta abierta, con una gran chimenea de piedra como punto focal de la habitación. La chimenea está rodeada por un gran sofá esquinero, que ofrece un lugar cómodo para relajarse mientras mira televisión o juega a las cartas con familiares o amigos. En la zona del comedor hay una bonita mesa de madera maciza donde pueden sentarse todos los invitados.
Hay WIFI en todo el chalet y para quienes lleguen en coche hay una plaza de aparcamiento subterráneo cubierto.